Liderazgo 👨💼👩💼
Si estoy considerando servir en la casa de Dios conforme al liderazgo bíblico ¿qué cambios en mi vida debo hacer?
En las empresas, el líder tiene la encomienda de cuidar y salvaguardar los intereses de la organización que representa, tanto sus activos como las personas que la conforman. En el mundo secular la forma de ejercer liderazgo jerárquico y piramidal funciona perfectamente.
Pero, en la casa de Dios, el liderazgo es radicalmente diferente, los líderes de la iglesia son buscadores del reino de Dios y Su justicia, mientras que los líderes organizacionales son establecedores de imperios que caducan con el tiempo.
El liderazgo en la casa de Dios es ejercido por ancianos, no necesariamente de edad avanzada, sino hombres más avanzados espiritualmente que el resto de creyentes, el término griego traducido como anciano es presbítero, que simplemente quiere decir, hombre maduro. Ellos ejercen una función como obispos o supervisores de los asuntos de la iglesia y tienen la gracia de identificarse con los pastores de ovejas, porque son responsables de corregir, enseñar, instruir y guardar el rebaño del Señor, de los depredadores espirituales.
Como vemos, cada uno de estos términos tiene una connotación diferente:
👴 El término anciano se refiere al carácter del líder = Hombre maduro
🕵️♂️ El término obispo se refiere a su función = Supervisor
👨🌾🐏 El término pastor se refiere a su don = Corregir, enseñar, instruir, guardar
De la misma forma, el ejercicio del liderazgo dentro de la casa de Dios es compartido, hay varios hermanos maduros supervisando y pastoreando. No solo uno.
Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos (plural) de la iglesia. Hechos 20:17
Y vale la pena resaltar que los demás creyentes, los que están siendo pastoreados, no son pasivos, sino que al contrario, están creciendo espiritualmente, son santos, buscando una mayor santificación, son creyentes que empiezan a anhelar un cada vez mayor servicio a Dios y a los hombres.
A los ojos de Jesús la autoridad espiritual se halla en una toalla y una palangana, o sea, lavando los pies de los demás, más bien que en un cargo externo.
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Juan 3:14-15